La luna es el astro regente del signo de Cáncer, que le provee de su energía y es el astro que ha inspirado a incontables artistas durante la historia de la humanidad. Las emociones de Cáncer y su actitud son de las más variadas de todos los signos del zodiaco, en gran medida porque la energía que la luna da a sus regidos puede ser tan misteriosa y cambiante como el agua del río. Es por esto que aquél que porta el signo del cangrejo puede caer en el espectro de la personalidad en cualquier extremo, desde muy tímido e introvertido, a extrovertido y popular.
Con sus cambios tan notables todos los meses, la luna puede traer consigo muchos cambios en una persona nacida bajo la constelación de Cáncer. Pero una cualidad que tienen en común todos ellos es que son altamente creativos, artísticos y sentimentales.
Algunos se encuentran en el ámbito artístico de la creación mientras que otros en el área de la apreciación. Pues el arte es la forma en que transmitimos las emociones, un Cáncer no necesariamente debe ser un creador de arte, pero sí tienen la capacidad de recibir las energías, las emociones y los sentimientos que un artista vierte sobre su creación de arte. Son muy receptores y sienten empatía por otros.
Esta sensibilidad y apertura a recibir los estímulos de las demás personas, son lo que los lleva a desarrollar amistades tan profundas y duraderas. Es común encontrar en una persona, con este signo, un gran oyente y confidente. Un amigo que nos comprende y escucha. Usualmente nos sentimos en confianza porque lo que hemos vivido, ellos pueden sentirlo. Nuestras alegrías y tristezas, júbilos y enojos, amores y penas; nos es natural contárselo al regido de esta constelación por la misma razón que nos encontramos mirando la luna por las noches, sentimos que es natural, algo hay en su forma de ser que nos dice que es correcto y necesario expresar sentimientos, y que seremos comprendidos.
Desde la historia la gente ha encontrado misteriosa a la luna, bella en unos momentos y llena de engaños en otros. Es porque la luna nos permite reflejar lo que nosotros sentimos en ella. Nos podemos entender mejor porque lo que sentimos es regresado de forma más potente en la luna. Ha guardado un poco de los sentimientos y las emociones de cada una de las personas que han volteado a verla en los momentos más emotivos de su vida. Si le aportamos felicidad, encontraremos más felicidad; si le aportamos tristezas, encontraremos mucha más tristeza. Es capaz de entender todas nuestras emociones.
Por ello, las personas de Cáncer tienen esta alta variación de ser. Reciben todas las energías que cada una de las personas que ha compartido con la luna, ha dejado en ella. Emociones contrastantes que nos permiten comprender a nuestros prójimos, doliendo con su dolor, exaltándonos con su júbilo, emocionándonos con su felicidad, enfureciendo con su enojo. La luna da al signo de Cáncer una gran empatía y comprensión de las emociones.